07 Ago ¿Fascitis plantar, espolón calcáneo, dolor plantar, …?
La fascia plantar se trata de una membrana de tejido elástico muy resistente, ambas características necesarias por la función que desempeña en la marcha.
La fascia plantar se origina en el calcáneo y se inserta en la zona del metatarso.
Esta membrana se encarga de dar estabilidad al pie y junto con otras estructuras mantener la bóveda plantar, su característica elástica se aprovecha para una marcha más dinámica y favorecer la propulsión. Nos permitir la absorción de impactos y ayuda a mantener la buena biomecánica de todas las articulaciones y huesos del pie.
Los motivos por los cuales podemos sufrir una lesión en la planta del pie pueden ser varios, los diagnósticos más habituales son la fascitis plantar y el espolón calcáneo. El origen de estas lesiones suele ser la tracción repetida de la fascia plantar sobre su inserción en el calcáneo, provocando una inflamación de la fascia plantar ( fascitis plantar ), en ocasiones puede haber desgarro-ruptura de la misma, en caso de que se mantenga en el tiempo, se puede producir un espolón calcáneo debido a la formación de tejido óseo.
El origen puede estar influido por múltiples factores, postura propulsada hacia delante con un apoyo anterior del pie, provocando un exceso de tracción a nivel de la fascia plantar en el calcáneo, también es común el sobreuso de la musculatura extensora de pie, llevando a la fascia plantar a stress y mermando la capacidad amortiguadora de esta membrana.
El síntoma más habitual de la fascitis plantar y el espolón calcáneo suele ser el dolor punzante matinal de los primeros pasos. La fascia se encuentra acortada y al ser traccionada y elongada se manifiesta con un dolor punzante durante los primeros pasos hasta que se elastifica. También puede manifestar dolor después de caminatas y práctica de deporte.
¿Pero, qué ocurre con esa fascitis plantar crónica?
En nuestra consulta es habitual la visita de personas desesperadas, diagnosticadas de fascitis plantar y/o espolón calcáneo con dolor desde hace meses. Sin encontrar la fórmula para solucionar su lesión, normalmente han realizado tratamiento de fisioterapia con las técnicas habituales (ultrasonidos, corrientes, estiramientos,…), incluso recurrido al podólogo y liberar la zona de dolor con soportes plantares. Pero continúan con dolor.
EL BLOQUEO CON DESPLAZAMIENTO DE LA ARTICULACIÓN CALCANEO – ASTRAGALINA (también conocida como articulación subastragalina), es una lesión frecuente, y puede llegar a desencadenar una sintomatología casi idéntica a la de la fascitis plantar y espolón calcáneo.
El pinzamiento y bloqueo de esta articulación suele ocurrir por un sobreuso excesivo del apoyo calcáneo en los corredores, cuando realizamos un descenso en carrera sobre una pendiente con mayor carga en el calcáneo, también cuando frenamos en seco, un caída con apoyo excesivo en calcáneo, etc. Todo esto puede llevar a que EL CALCÁNEO SE DESPLACE POSTERIORMENTE RESPECTO AL ASTRAGALO (dando la sensación de pie más plano y largo).
A partir de aquí el pie comienza a adaptarse a la lesión, normalmente difícil al ser de carácter estructural. Lo que ocurre en la mayoría de casos, es una pronación compensatoria a la lesión articular con una activación de los músculos abductor del primer dedo y musculo plantar. Provocando la irritación por atrapamiento de la 1ra rama del nervio plantar (ramificación del nervio tibial posterior). Esta lesión es conocida como atrapamiento del Nervio de Baxter.
También podemos encontrar afectación vascular por atrapamiento y/o compresión de algunas de las arterias que irrigan el pie, afectando directamente a la nutrición de los tejidos. Importante que la grasa plantar esté bien nutrida para su función de almohadilla.
¿Cómo podemos tratar la fascitis plantar?
El primer paso sería ajustar la articulación calcáneo – astragalina, restablecer la buena biomecánica a través de maniobras osteopáticas de gran precisión, dando una buena alineación para la carga, reducir el espasmo de la musculatura que lleva a incrementar la irritación del Nervio de Baxter. Revisaremos las zonas de carga antiálgica y ayudaremos a equilibrar las tensiones musculares mediante técnicas y ejercicios de cadenas musculares (Método GDS).
El pie es una articulación compleja donde se reúnen varias articulaciones, cada una con una función específica en las diferentes fases de la marcha y estática. Un bloqueo puede provocar el sobreuso de una cadena muscular provocando desequilibrios y perturbar las funciones del pie. Tampoco podemos olvidar como nuestra postura, nuestros gestos, estilo de marcha y técnica de carrera influyen en el uso que hacemos del pie. Vital en la amortiguación, absorción de impactos, reparto de carga y recuperación de energía. Por lo tanto debemos valorar y tratar desde un punto de vista global.
Francisco M. Cara García nº col. 886 ( C.F.A )
Fisioterapeuta y Osteópata